¿Qué viene después del 23 de febrero?
La viñeta que voy
a presentaros hoy fue creada por la caricaturista venezolana Rayma Suprani. Ahora
ella se dedica a su blog y al dibujo de caricaturas sobre contextos políticos y
sociales, pero durante 19 años trabajó para el periódico “El Universal”, del
que fue despedida en 2014 para haber publicado una caricatura demasiado crítica
sobre Hugo Chávez. A pesar de esta triste situación, la experiodista había ganado
el premio León Zapata como Mejor Caricaturista de Venezuela dos veces en los años
2000 y 2009.
CONTEXTO:
Rayma publicó
esta imagen en Twitter el 23 de febrero 2019 con el comentario siguiente: «Olvídense
de un final a lo “We are the world, we are the children”. Esta gente es pura
maldad y muerte. Fuerza y palante Venezuela que no hay retorno en el esfuerzo
de salir de este horror». Escribió entonces un mensaje simbólico y capaz de llegar a todos
gracias a las palabras de la canción “Imagine”, pero igualmente triste a causa
de la falta de esta tan querida “paz”. La caricaturista por lo tanto ironiza,
de manera humorística, sobre la situación política que afecta a Venezuela.
En la imagen se encuentran
varias señoras de rodillas y con su rosario en las manos intentando rogar por Guaidó. De hecho, para presentaros el contexto, hay que
situarnos en el periodo que siguió la auto proclamación del presidente Guaidó
a Venezuela. Así, las señoras representan simbólicamente a todos los ciudadanos
que dentro de sí mismos ruegan y esperan que Guaidó consiga convertir el país
hacia la democracia que ahora mismo falta. Así como los derechos humanos, la libertad
de expresión y muchos otros valores que contrariamente a lo que está pasando en
Venezuela, deberían formar las bases de una sociedad.
En efecto, este
evento político fue de alguna manera una sorpresa para los ciudadanos mismos, así
como para todo el resto del mundo. Esa es una de las razones por las cuales los
venezolanos tampoco saben lo que va a pasar y esperan en un cambio finalmente
positivo para el país.
ANALISIS:
Ahora que conocemos el contexto, situamos la imagen en un
lugar y una posible fecha: estas señoras se encuentran en una iglesia quizás el
día siguiente a la autoproclamación. Están de rodillas, quizás en las primeras
filas, y todas tienen un rosario en las manos y rezan juntas una oración para
que Guaidó libere el país, dándole valores que ahora mismo le faltan. De hecho,
esta oración representa la única parte escrita de la caricatura, y se encuentra
en la parte superior, casi para indicar la subida al cielo de estas palabras
que salen de las bocas de las mujeres. La oración además esta escrita con un tamaño
suficientemente grande para ser bien comprensible, y tanto en orden que casi
parece a una ley. Además, los dichos valores que se mencionas son incluso “santificados”,
lo que parece casi irónico si pensamos en que los venezolanos ni siquiera tienen
acceso a estos valores: derechos humanos, ciudadanía, democracia, tolerancia y,
quizás el mas importante para Rayma misma, la libertad de expresión.
Los personajes en la imagen solo son mujeres, todas
vestidas de la misma manera y con colores simbólicos de la bandera venezolana:
el amarillo, el rojo y el azul. De toda forma prevalen los colores cálidos,
asociados a estas mujeres que casi parecen sonrientes, en cuanto esta situación
de cambio político a lo mejor les da esperanza.
SENTIDO:
Nos falta de aclarar ahora el público objetivo de esta
imagen: se trata de un público mayormente joven en la sociedad en cuanto Rayma decidió
publicar sus opiniones en Twitter, y además en cuanto ironiza sobre mujeres
adultas o incluso de edad más avanzada.
La caricaturista Rayma quiso realizar este dibujo para
ironizar sobre las falsas esperanzas que este cambio político le da a
Venezuela, en cuanto, basándose en su comentario en Twitter, ella no cree que esto
sirva para liberar el país. Por lo tanto, su propósito es hacer una critica mas
sobre la sociedad que nunca se despierta frente a las dictaduras y paralelamente
sobre los valores que tristemente aún les faltan a estos ciudadanos para de
hecho comprometerse.
¡Gracias por su atención y hasta pronto!
Mara.
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